¿Qué
es un labio y/o paladar hendido?
El
labio hendido se presenta cuando se observa una fisura en el labio superior. Al
igual que en el caso del paladar hendido; esto sucede porque, durante la
gestación, los dos lados del rostro no llegan a unirse correctamente. Si bien
nadie sabe exactamente por qué razón se produce esa fisura, hay familias que
suelen ser más susceptibles. Algunas causas probables pueden ser:
desequilibrios hormonales, deficiencias nutricionales y ciertos medicamentos o
drogas utilizadas durante el embarazo.
El
paladar hendido se observa cuando hay una fisura directa en la parte central
del paladar (o techo de la boca) y el piso de la nariz. En el embarazo, el
maxilar superior del bebé no se cierra como debiera y queda una separación. El
paladar hendido es una afección más grave que el labio hendido y ambas
requieren de una cirugía para ser corregidas.
El
niño con labio y/o paladar hendido enfrenta algunas dificultades de tipo
alimentaria, respiratoria, expresiva y psicológica. Para corregir la afección,
será necesario trabajar con un equipo que cuente con cirujano plástico,
cirujano maxilofacial, otorrinolaringólogo (especialista en garganta, nariz y
oídos), dentista general, ortodoncista y cirujano bucal.
¿Cómo saber
si mi bebé tiene labio o paladar hendido?
El
médico que atendió el parto le indicará inmediatamente si su bebé tiene labio
y/o paladar hendido. El labio hendido se identifica a simple vista. La
hendidura del paladar varía en tamaño; en el techo de la boca, puede
encontrarse desde una grieta pequeña hasta un orificio de gran tamaño.
Cualquiera de ellos será visible inmediatamente después del nacimiento. Al
alimentar a un bebé con paladar hendido, puede suceder que los líquidos o
alimentos que ingiera se le escapen por la nariz, en ese caso se recomienda
utilizar biberones especiales y tomar ciertos cuidados hasta que el niño tenga
la edad suficiente como para ser operado.
¿Cuáles son
las Causas?
Los médicos no saben con
exactitud por qué un bebé desarrolla labio hendido o paladar hendido, pero
creen que puede ser una combinación de factores genéticos (heredados) y
medioambientales (tales como ciertos fármacos, enfermedades y el uso de alcohol
o tabaco durante el embarazo).
El riesgo puede ser mayor
para los niños cuyos hermanos o padres tienen una hendidura o que tienen
antecedentes de hendiduras en la familia. Tanto las madres como los padres pueden
transmitir un gen o genes que pueden contribuir al desarrollo de labio hendido
o paladar hendido.
¿Cómo se
tratan los labios y/o paladares hendidos?
Quirúrgicamente
es más sencillo cerrar un labio hendido que reparar un paladar con la misma
afección. El procedimiento se realiza a los tres o cuatro meses del nacimiento
y la cicatriz generalmente desaparece a medida que el niño crece.
En
el caso de un paladar hendido, la cirugía se demora hasta que el niño tiene uno
o dos años de edad de modo que el maxilar superior ya haya alcanzado un
crecimiento normal. Cuando el daño es muy extenso, la cirugía se posterga hasta
que el niño tiene entre cinco y siete años para evitar problemas estructurales.
Hay algunos casos en los que la cirugía no es posible o no cierra la abertura
totalmente. Por lo tanto, se confecciona un dispositivo tipo protésico,
denominado obturador, y con él se cubre la abertura para permitir una
alimentación normal.
La
severidad del paladar hendido determinará el número de cirugías a realizar
durante largos períodos de tiempo. El cirujano plástico y el maxilofacial
realizan cirugías correctoras en el rostro mientras que el dentista general, el
otorrinolaringólogo y el ortodoncista hacen los aparatos para corregir los
defectos.
Su
equipo de profesionales de la salud le proporcionará pautas y lo alentarán en
los tiempos difíciles, desde el nacimiento hasta el tratamiento. En la
actualidad, los avances ocurridos en las técnicas quirúrgicas y en el
desarrollo de los aparatos correctores ayudan a que el panorama para los niños
que nacen con labio y/o paladar hendido sea excelente. A medida que el niño
crece, casi no quedarán señales de la hendidura.
Complicaciones
Los niños con labio hendido o paladar
hendido tienden a ser más propensos a acumular líquido en el oído, a perder la
audición y a tener defectos en el habla. Los problemas dentales, tales como
caries y dientes faltantes, adicionales, malformados o desplazados, también son
comunes en los niños nacidos con paladar hendido.
Muchos niños con hendiduras son
especialmente vulnerables a las infecciones de oído porque sus trompas de
Eustaquio no drenan correctamente el líquido del oído medio a la garganta. El
líquido se acumula, aumenta la presión en los oídos y puede comenzar la
infección. Por este motivo, se les pueden insertar quirúrgicamente unos tubos
especiales en los oídos en el momento de la primera cirugía reconstructiva.
La alimentación también puede ser otra
complicación para un bebé con labio hendido o paladar hendido. El labio hendido
puede hacer que al bebé le resulte más difícil succionar del pezón, mientras
que el paladar hendido puede provocar que la leche materna o de fórmula ingrese
accidentalmente en la cavidad nasal.
Hay
tetinas especiales y otros dispositivos que pueden ayudar a facilitar la
alimentación. Obtendrá información sobre cómo usar el equipo de alimentación
especializada y dónde comprarlo antes de salir del hospital para volver a casa
con su bebé. En algunos casos, los niños con labio hendido o paladar hendido
pueden necesitar usar un paladar protésico llamado obturador
palatino para poder comer correctamente.
Si su bebé tiene problemas para
alimentarse, su médico puede ofrecerle otras sugerencias o dispositivos para
facilitarle la alimentación.
Terapia del habla y del lenguaje
Los niños con hendiduras bucales pueden
tener dificultades para hablar, porque la hendidura puede volver la voz nasal y
difícil de entender. En algunos la cirugía resuelve el problema por completo.
Abordar a tiempo los problemas del habla
y del lenguaje puede ser clave para resolverlos. Los niños con hendiduras
pueden consultar con un fonoaudiologo entre los 18 meses y los 2 años. A muchos
terapeutas les gusta hablar con los padres al menos una vez durante los
primeros 6 meses del niño para presentar las generalidades del tratamiento y
sugerirles juegos específicos para estimular el habla y el lenguaje que puedan
jugar con el bebé.
Una vez finalizada la cirugía inicial,
el fonoaudiologo verá al niño para hacerle una evaluación completa. El
terapeuta evaluará las habilidades de comunicación que está desarrollando el
niño; para ello analizará la cantidad de sonidos que puede producir y las
palabras en sí que trata de usar, y observará cómo interactúa y juega con otros
niños.
Este análisis ayuda a determinar, si los
hubiera, qué ejercicios del habla necesita el niño y si es necesario someterlo
a otra cirugía. Por lo general, el fonoaudiologo seguirá trabajando con el niño
a lo largo de las siguientes cirugías. Muchos niños siguen trabajando con un
fonoaudiologo durante todos los años de la escuela primaria.
Abordaje de cuestiones sociales y emocionales
La sociedad a menudo le da mucha
importancia a la apariencia, y esto puede hacer que la infancia (y
especialmente la adolescencia) sea una etapa difícil para las personas con
diferencias físicas. Como los niños con hendiduras palatinas o labiales tienen
una diferencia facial notable, podrían sufrir burlas dolorosas que pueden
dañarles la autoestima. El equipo de tratamiento de labio y paladar hendidos
incluye personal de apoyo emocional y psiquiátrico.
Éstas son algunas de las formas en que
puede apoyar a su hijo:
·
Trate
de no centrarse en la hendidura y no deje que ella defina lo que es su hijo.
·
Cree
un entorno hogareño cálido, comprensivo y acogedor en el que el valor
individual de cada persona se celebre abiertamente.
·
Aliente
a su hijo para que cultive amistades con personas de diferentes orígenes. La
mejor manera de hacerlo es dar el ejemplo y ser usted mismo abierto con toda la
gente.
·
Señale
las cualidades positivas de otros que no tengan que ver con el aspecto físico.
·
Fomente
la autonomía de su hijo: déle libertad para tomar decisiones y asumir riesgos
apropiados y deje que sus logros lo lleven a obtener una sensación de valor
personal. El hecho de tener la posibilidad de tomar decisiones al comienzo
(como elegir qué ropa usar) les permite a los niños ganar confianza y tener la
capacidad de tomar decisiones más importantes en el futuro.
Piense en la posibilidad de animar a su
hijo a que dé información sobre el labio y el paladar hendidos en su clase
mediante una presentación especial que usted puede organizar con el maestro. O
tal vez a su hijo le guste que sea usted quien hable con sus compañeros. Esto
puede ser especialmente eficaz con niños pequeños.
Si su hijo sufre burlas, aliéntelo a
conversar sobre ello y sea un interlocutor paciente. Déle herramientas para que
encare a los que se burlan de él: pregúntele qué le gustaría decirles y luego
practiquen esas oraciones. Y, a medida que su hijo se acerque a la
adolescencia, es importante que mantenga abiertos los canales de comunicación
para poder abordar cualquier preocupación que pueda tener sobre su apariencia.
Si le parece que su hijo tiene problemas
continuos de autoestima, comuníquese con un trabajador social o psicólogo
infantil para recibir apoyo e información. Junto con los miembros del equipo de
tratamiento, usted puede ayudar a su hijo a superar los momentos difíciles
AUTORES:
Ana Ramos C.I. 23.429.184
Maria Pineda C.I. 21726350
Juan Sosa C.I. 23.663.681
Juliaxis Tortolero C.I. 22.040.175
Daniza
Cesar C.I. 24.175.988
Gabriel Acevedo
Pedro
Evelyn
http://www.colgate.com.ve/app/CP/VE/OC/Information/Articles/Oral-and-Dental-Health-Basics/Medical-Conditions/Cleft-Lip-Palate/article/What-is-Cleft-Lip-Cleft-Palate.cvsp
No hay comentarios.:
Publicar un comentario